Cuando los apologistas del 30 de junio despotrican contra los detractores del ejercito, recuerdo mi visita al cementerio de Las Cruces, en la Libertad Peten. Leo la placa donde decenas de personas fueron asesinadas y sus cuerpos lanzados a un pozo. Sobre los detalles, podemos hacerlos màs grotescos, o bien minimizarlos segùn nuestra ideologìa, pero el hecho que fueron muertos hombres, mujeres y niños està ahì... ¿es ese el ejercito que queremos conmemorar?
Los mismos que se horrorizan por la barbarie nazi, son los que voltean a un lado al hablar de las masacres en Guatemala. Mas que nausea dan tristeza, dice Autè.
Mientras se haga apologìa de los asesinos, habrà quienes recuerden a sus victimas.
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