jueves, 11 de septiembre de 2014

Mirna Mack

Once de Septiembre 1990

Què terrible amenaza para el Orden establecido¡¡¡¡¡¡


Y eso que la ùnica arma que empuñò fue la verdad de sus palabras...

Y cuando se haga

el entusiasta recuento
de nuestro tiempo,
por los que todavía
no han nacido,
pero que se anuncian
con su rostro
más bondadoso,
saldremos gananciosos
los que más hemos
sufrido de él. 

Y es que adelantarse

uno a su tiempo,
es sufrir mucho de él.

Pero es bello amar al mundo

con los ojos
de los que no han nacido
todavía.

Y espléndido,

saberse ya un victorioso,
cuando todo en torno a uno
es aún tan frío y tan oscuro.

Frente al balance Mañana, Otto Rene Castillo

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